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Paul Bernat

De un cuarto en la casa de mi madre
a viajar por el mundo solo con una laptop.

¿Por qué decido dedicarme a esto?

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Mi propósito es ayudar a las personas a encontrarse con su mejor versión.

Eramos una familia de clase media, con un padre bastante ausente y mi madre una guerrera de la vida, sobreviviente de cancer.

Siempre fuí el chico revoltoso que hacía graffities en su adolescencia y con un futuro poco prometedor.

A los 15 años mi padre falleció y aunque mi madre siempre fue muy emprendedora y se aseguró de que no nos falte nada, jamás pude verla triunfar en los negocios.

Desde entonces, crecí y pude vivir la historia desde ambos lados.

Sé lo que es ver a una madre llorar por no poder proveer a su hijo y sé lo que es ser un hijo y nunca ver a tu madre triunfar en los negocios.

Y es por eso me dedico a esto, porque no quiero que nadie nunca jamás esté de ninguno de los dos lados.

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Viajar y construir relaciones con nuevas personas y culturas es un estilo de vida.

Si quieres la versión resumida puedo decirte que me fui de vacaciones, me enamoré del mundo y nunca regresé a mi hogar, pero si quieres saber un poco más en detalle cómo fue que me animé a tanto continúa leyendo.

A los 25 me tomé mi primer avión y salté en paracaídas, pero no fue hasta los 26 que decidí irme de mi hogar y viajar por primera vez a otra provincia.

En menos de un mes había escalado glaciares, conquistado montañas y conocido personas super interesantes, había descubierto un mundo nuevo y hecho nuevas amistades, y ese viaje comenzó a extenderse.

Me enamoré, hice un roadtrip con amigos, pasé por el maravilloso salar de uyuní, llegué al Machu Picchu y también me intoxiqué con sushi además de abrirme la cabeza haciendo surf en el norte de Perú (porque sí, no todo podía ser color de rosa).

Escalé montañas en el Ecuador, bajé de un volcán en bicicleta, salí de fiesta con amigos de todos los países y salté a más de 100 metros de altura.

Y esas vacaciones de 2 semanas jamás encontraron su final; hoy escribo esto desde Bali, en el sudeste asiático y continúo viajando sin fecha de regreso.

Pero si hay algo que aprendí después de tantas experiencias y aventuras, es que la vida es una sola y no hay tiempo para vivir con miedo, si pudiera darte un consejo, te diría que salgas a vivirla.

¿Qué loca historia hay detrás de un chico que recorrió el mundo con su laptop?

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