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Amanecí en un volcán activo

El trekking más gratificante que hice en mi vida.

La última vez que erupcionó el monte Batur fue en el 2000, fué bastante grave para los habitantes de pueblos cercanos y arrazó con una buena parte de los hogares que se encontraban alrededor.

Desde que llegamos a Bali, había escuchado hablar de este trekking, bastante conocido por tener una vista hermosa del monte agur que se encuentra en frente y a su vez también el Lago Batur que se encuentra a sus pies y es a su vez el lago más grande de Bali.

Muchos a quienes les gusta el trekking optan por ir a ver el amanecer desde la cima y definitivamente es algo que tenía que hacer estando aquí.

Encontrar la forma de llegar no fue dificil (abro espacio publicitario por si a alguien le sirve), a través de “Get Your Guide” puedes gestionarlo todo y la relación precio calidad es buenísima.

Así fue que reservé mi tour con todo incluido, ida y vuelta a la villa donde nos hospedábamos, guía, desayuno y un plus inesperado que ya les contaré y creo que sólo había pagado unos 50 dólares en total.

A las 2am ya estaba despierto y listo para embarcarme en una nueva aventura, preparé mis cosas y el auto no tardó en llegar, Pasek, mi chofer llegó super puntual y durante la hora completa de camino al Monte Batur fue señalandome los diferentes puntos de interés que veíamos en el camino.

Todo comenzaba bien, llegamos al pie del volcán y me encontré con unos 15 o 20 caminantes más que también subirían a ver el amanecer.

Nos dividimos en grupos de 3 o 4 y junto al guía comenzamos la aventura, sería una subida corta pero muy empinada, aún nos faltaban 2 horitas para subir hasta la cima.

El camino fue algo tedioso pero nada imposible, si bien fue corto la dificultad era media, incluso a la mitad de la subida podías encontrar motocicletas que se ofrecían a llevarte hasta la cima por la módica suma de 50 rupias, lo que sería aproximadamente unos 3 o 4 dólares.

En mi grupo habían dos personas más, un portugués llamado Miguel y una brasilera llamada Isabela, no platicamos mucho pero me contaron que se habían conocido viviendo en Australia y se pusieron en pareja, estaban vacacionando y ya habían recorrido medio Bali.

No hablaban mucho pero debo admitir que con tanto esfuerzo que hacíamos para no perder el aire, tampoco podíamos hablar mucho que digamos.

Finalmente llegamos a la cima como a eso de las 5:30am y ya podías ver como empezaba a esclarecer de a poquito el cielo, para mi sorpresa habían como unas 50 personas dispersas a lo largo de la parte más alta ya esperando como si fuera un teatro y cada uno estuviera sentado espectante desde su butaca a que comience el show.

Fuimos hasta la parte más alta donde había menos gente (aunque igual estaba plagado de personas) y nos sentamos los 3 a esperar; mientras tanto nuestro guía prepararía el desayuno, era muy loco pero arriba del monte había una cocina improvisada donde todos los guías cocinaban para sus equipos.

Poco a poco comenzaba a hacerse de día, el monte Agur se asomaba entre un colchón de nubes contorneado por el Sol que venía subiendo por detrás, parecía un verdadero espectáculo nunca antes visto.

Las nubes pomposas cambiaban de color, de azul oscuro a naranjita y grisaseo, el volcán Agur cada vez se veía con mayor claridad y el Sol brillaba iluminando todo el lago y el valle.

Algo que destaco es la diferencia entre la subida y la bajada, si bien no costó tanto, lo que más me llamó la atención es que a lo largo de todo el camino pueden verse campos de personas que han decidido aprovechar la tierra fertil para plantar tomate, arroz y berenjena.

Ya con el sol pegando sobre los campos, la brisa de la mañana y el olorcito a pasto mojado generaban un clima de paz idel como para caminar campantes por el medio de la naturaleza.

Para mi sorpresa aún faltaba algo más que habían olvidado detallar en mi boleto de Get Your Guide y creo que esto mismo fue lo que le dió el toque a este tour.

¿Qué mejor para después de un trekking que un BUEN DESAYUNO?

Y así fue que Pasek había pasado a buscarme para llevarme de nuevo a la villa pero me dijo que teníamos una parada programada antes de llegar.

Y terminamos yendo a unos campos de café donde me contaron todo el proceso de cómo se recolecta y se cocina el Luwak Coffee y no solo eso sino que terminé degustando 9 cafés y 5 tés, los cuales estaban incluidos en el gasto del tour.

Panza llena, corazón contento. Gracias Bali por otra hermosa experiencia.