Puedo decir que completamos el círculo de la vida.
Afuera llueve, no hay wi-fi y yo aprovecho para escribirte desde el bungalow donde nos estamos hospedando este fin de semana, nos escapamos a las islas Gili para conocer un poco más sobre este destino paradisíaco del que tanto oímos hablar desde que llegamos.
Las islas Gili son un conjunto de 3 islas ubicadas cerca de Lombok, otra isla cercan a Bali, se destacan por sus playas de arena blanca, sus aguas cristalinas y las tortugas marinas.
Cada isla es destaca por algo en particular y Gili Meno es conocida por ser la isla más pura en cuanto a sus playas y con menos cantidad de ruido, es decir un destino más para abuelos antes que jovenes fiesteros.
Hace mucho tiempo que tenía ganas de practicar buceo, escuchar hablar de corales, aguas transparentes y peces de colores es algo que me parecía como de otro mundo.
Es igual a todo lo que conocemos sobre la fauna silvestre pero en un entorno totalmente opuesto, donde no puedes respirar a menos que tengo que tengas un tanque de oxígeno, la presión te explota los oídos y la mayoría de los animales tienen colores extraños y van por ahí flotando ¿No es muy loco pensar en el universo submarino?
Por desgracia en esta ocación no tuvimos la posibilidad de practicar buceo de manera profesional aunque sí tuvimos la suerte de hacer snorkelling y resultó muchísimo mejor de lo que esperaba.
Nuestro itinerario en Gili Meno constaba de 2 noches y 3 días aunque el primer y el último día tan sólo tendríamos medio día para recorrer ya que nuestro ferry llegó a medio día y parte a medio día también.
Aquí las playas parecen harina, son super claritas y tienen unos puntitos rojos y blancos que son partesitas de coral que se desarma y se funde con la arena, el agua es templada y se ve todo turquesa cuando le pega el sol.
Apenas llegamos fuimos a un restaurante con vistas al mar, donde podías comer y no solo tenías una vista preciosa sino que cada tanto podías observar como las cabecitas de las tortugas se asomaban a respirar.
Hoy por la mañana, ya en nuestro segundo día de estadía, nos levantamos temprano para salir a buscar alguien que nos pueda llevar a bucear con las tortugas y encontramos un spot donde daban recorridos privados.
No tardamos mucho en subirnos a un barco y dirigirnos a nuestr primer destino, las estatuas en forma de círculo que se encuentran debajo del agua.
Estas esculturas representan un puente entre el mundo humano y el mundo submarino, colocadas de forma circular representando el círculo de la vida, definitivamente es algo que nunca antes había visto y que tampoco hubiera imaginado.
La realidad es que habían varias personas pero aún así podías tomar fotos y nadar tranquilamente sin golpear a nadie, aunque lo mejor estaba por venir.
También pudimos visitar las barreras de coral azul y nadar con tortugas, y déjame decirte que fue otra experiencia aparte.
Nadar con tortudas y con tiburones son dos de las experiencias acuáticas que tenía ganas de hacer hace mucho tiempo, para los tiburones aún falta tiempo pero ya puedo quitar de la lista a las tortugas.
Después de visitar los corales azules, el bote nos llevó a la isla Trawangan, donde podríamos nadar con tortugas, estábamos emocionados ya que era algo que tanto Sol como yo esperábamos con ansias.
Después de unos minutos llegamos al spot y el momento había llegado, nos bajamos y comenzamos a nadar para encontrar tortugas.
Tan solo verlas es algo hermoso, su tamaño de por sí es casi de medio metro, se lucen a la hora de nadar, pueden vivir hasta unos 50 años, se alimentan de algas que encuentran en los arrecifes de coral y en las praderas marinas cercanas a la costa.
Verlas bucear es algo hermoso, transmiten paz y hasta un poco de ternura con esos ojitos chiquitos.
Son exelentes nadadoras, se impulsan con sus aletas frontales y pueden contener la respiración por mucho tiempo mientras se van alimentando.
Su forma de vida es muy interesante ya que pasan mucho tiempo de vida en el océano pero regresan a la costa para hacer sus nidos, dejan los huevos enterrados, generalmente durante la noche, y regresan a su vida normal para que la naturaleza siga su curso.
Definitivamente verlas nadar y alimentarse fue algo super simple pero que definitivamente deja mucho para pensar y que a la vez transmite mucha energía el poder ver otra forma de vida completamente distinta a la de muchos otros animales a los cuales tal vez estamos acostumbrados a ver en la vida cotidiana.
Este blog no tiene tanta adrenalina como algunos otros que suelo compartir pero definitivamente estoy viviendo unos de los fines de semana más hermosos que he vivido en mi vida.
Me despido para poder descansar, mañana nos espera un amanecer en las playas paradísiacas de estas islas que recomiendo a todo aquel que quiera experimentar un fin de semana de playas paradisíacas y naturaleza en su máximo esplendor.